miércoles, 2 de junio de 2010

Silla vacía

Narcizo caminas por la calle.Entras a un bar, te sientas entre la vidriera y el enorme espejo en la pared.Pides el diario frunciendo el ceño; agregas un gesto a tu mano derecha, indicando que quieres un cortado. Observas sobre el borde de las largas hojas de noticias, la mesa delante de ti, los ojos de esa mujer te buscan. Levantas tu ceja derecha y finges concentración en la lectura.Dejas pasar el tiempo considerable para sorprenderla con una mirada fija.Jaque!. Sonries. Le ofreces el periódico.Te acercas a su mesa, se sientan juntos.Sobreactuas tus gestos, seduces de forma torpe por exagerar galantería. Ella te escucha.Conversan palabras comunes a cualquier cita.Intercambian ,decorosos, información básica e intencionada de los dos. Te pierdes en hablar de ti, siempre de ti.Poco a poco dejas de oirla y sigues hablando de ti, te observas en el espejo. Arreglas tu peinado, y hablas con tu rostro expectante del movimiento de la calle por la vidriera,vuelves buscando sus ojos. La silla vacía. Narcizo no sabes cuándo ni por qué se fue.