jueves, 28 de febrero de 2008

adolescer en vida agitada


hoy haré una comparacion del adolescente con el pollo.
Hay pollos de granja, sanitos, que crecen al ritmo de la naturaleza, estos serían los adolescentes en su mayoría, que tienen la rebeldía común de la discusión,que huelen a pollos mojados por lluvia, son juguetones y curiosos, tropiezan con obstáculos a medida que van conociendo el terreno y crecen al tiempo que las plumas van asomando, haciendose fuertes.Juegan a ser gallos y se entrenan hasta lograrlo, comen el maiz necesario y se nutren.

Por otro lado, tenemos al pollo de lámpara, en este caso lo comparamos con un grupo minoritario de adolescentes, son los pollos que les dan luz todo el día y toda la noche, que se inflan al poco tiempo de empezar a vivir y que por fuera parecen gallos pero son meros pollos agrandados.Algo así como el joven que se alimenta de la tele que ve, que vive de la tecnología y que se hace grande por fuera "redepente"...pero no son más que pollos disfrazados de gallos.Sin la fortaleza del pollo de granja.Es el adolescente que va a matineé antes de que le salgan las plumas necesarias (o el primer bello de axila), que de golpe por fuera parecen señores, con esas vestimentas y sus actitudes,aunque siguen sus huesitos siendo flojos y falta mucho terreno por recorrer...

moraleja: Cuanto más usen lámpara para ser gallos y más se alejen de la naturaleza, mas rápido estarán en el spiedo...

1 comentario:

FABIAN de Mar del Plata dijo...

...y los pollos de lámpara suelen comer comida chatarra (alimento balanceado).Incapaces de saborear una buena ensalada con un buen vaso de vino