martes, 30 de diciembre de 2008
noche de año nuevo
Me gustaría dejar de comer tanto para las fiestas...
Esa gula que me hace sentir vaca después. Atorada en la garganta la comida y la panza inflada como un globo de elio , lista para despegar atada a un piolín imaginario que mi sobrino llevaría por la costa a pasear a su tía inflada...
Costumbres de desear ingerir todo lo que se ve y más, y el día después juntarnos a almorzar lo que sobró de la noche, entre vinos, cerveza y espumantes...y pasar de ser globo a piñata.Descorchar la última sidra ,previniendo el golpe de algún corcho en mi ,por una parte para seguir soltera y por otra por precaución de quedarme sin un ojo (obsesión sutil que traigo como fobia desde la niñez , debido a "miedos de mamá transmitidos")
Si hay miseria que no se note, dice la vieja, mientras sirve una y otra vez el plato con una mezcla de alimentos inviernales de infinítas calorías , que nos hacen sudar debido al calor del veranito...aqui no hay nieve, ni estamos en Europa, pero estas costumbres locas a las que estamos acostumbrados son incambiables.
He notado que ya no me recupero tan fácil de las resacas, el cuerpo pesa y me canso fácilmente, prefiriendo la cama acolchonada al boliche de moda...
Si, estoy poniendome seria,veterana, gorda y resongona...
Sin embargo no hay nada más lindo que disfrutar así el fin de año, una noche de excesos ... gente que la pasen de puta madre y a descarrilar!!!!!!!!!!
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