viernes, 5 de febrero de 2010
Alguien cambió el sentido, o alguienes.
O fue una interpretación errónea.
¿Qué sucedería si cambiamos dentro del modelo capitalista, el sentido del término bien desde la premisa de éxito en su concepción de acumulación de capital por la de acciones que beneficien al espíritu?
Quien posea más estímulos espirituales más rico será y más afortunados los terceros. Cuantas más acciones de bien se generen, aumentará el bienestar del individuo y del grupo.
Depende de la interpretación de nuestras palabras y de la acción en consecuencia.
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